lunes, 20 de diciembre de 2010

Es bastante parecido a estar al borde de un precipicio. Miro abajo con indiferencia; como si ahora viniese alguien y me empujara y no me importase. Como si al caer me liberasen, como si estar allí me hiciera la dueña de la situación, como si tú ahora pudieses decidir. Corre una suave brisa.. Está amaneciendo, el cielo está nublado y parece el mejor momento para hacerlo.
Y decido hacerlo, lo hago, caigo. No me duele, no siento nada. Pienso en todo lo que me he perdido, y lo que dejé atrás; no me importa, hoy he decidido yo.

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