jueves, 16 de diciembre de 2010

¿Felicidad absoluta? Dudo que exista. Algunas veces la confundimos, pensamos que somos felices y en realidad lo que pasa es que no estamos viendo lo que pasa a nuestro alrededor. Rodeados de personas que nos hieren aunque no nos demos cuenta. Después de un tiempo supuestamente 'felices' caemos en picado, volvemos a la realidad, bajamos del cielo para tocar con nuestros pies descalzos el frío suelo de la vida real. Cuando logramos levantarnos por la caída algo vuelve a engañarnos, volvemos a subir rápidamente pensando que esta vez será mejor que la anterior o, simplemente, olvidándonos de la anterior; porque las personas tenemos una virtud o un defecto, según se mire: podemos elegir los recuerdos que mantener y los que olvidar. En este caso recordar no es el camino fácil, pero no hay un camino fácil, estás preparado para afrontar lo que sea o vuelves a caer, y cada vez que caes te cuesta más y más levantarte.

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